ŽJurandoŽ, Pedro Nueno

Mucha gente en este país se tragó pegada a la pantalla el acto de toma de posesión de Barack Obama. Una sensación bastante generalizada es la de una cierta envidia. Aquello inspiraba grandeza, potencia. Algo parecido a lo que muchos sintieron en agosto cuando también pegados a la pantalla veían la grandeza y potencia que emanaban de los Juegos Olímpicos de Pekín. Hay chinos optimistas convencidos de que si Obama aguanta ocho años verá como China adelanta a Estados Unidos. Yo no pienso que esto ocurra, por lo menos en este plazo, porque creo en Estados Unidos. Bush le ha dejado las cosas fáciles a Obama. Ha puesto el listón bastante bajo. Sólo con deshacer unos cuantos entuertos ya se puede poner alguna medalla. Escribiendo esto por la noche no he podido resistir la tentación de llamar a algún ex alumno estadounidense, a algún colega de Harvard, a algún amigo de estos de más de 80 años que fue profesor y hoy está en plena forma mental, activo a tope y viendo el mundo con la perspectiva inigualable que da la edad. Por cierto, cuando le explico a uno de estos personajes mayores el caso Abadía, batir récords a través de internet a los 75, se emocionan igual en América que en China.

Pero vuelvo a mis llamadas por teléfono: "¿Cómo lo ves, John?". Las respuestas no reflejan un gran entusiasmo. No responden a lo que se veía en la pantalla. La gente lo está pasando muy mal allí. Pero sí, yo diría que hay cierta esperanza. La sensación es de que los que estaban en el poder eran conscientes de que se habían equivocado y estaban deseando salir de aquello. Más pendientes de qué iban a hacer en el futuro que de intentar salir bien parados. "They had given up long ago" (hacía tiempo que habían tirado la toalla) es el resumen. "Preferían encontrarse con un head hunter que con un profesor de Harvard". "Obama tendrá que hacer algo. Dirá que cree en el mercado, en la sostenibilidad, en la paz, pero no podemos seguir cerrando fábricas".

Esto me lleva ineludiblemente a pensar en Europa. ¿Dónde está nuestro líder Barroso? ¿Quién es Barroso?, se preguntará más de uno. Bien, Barroso es quien dirige la Unión Europea. Y ¿qué es la Unión Europea? ¿Quién cree en la Unión Europea? Tenemos un gobierno enorme en Bruselas, un Banco Central y no aportan nada. Trichet atrasó la bajada de los intereses porque tenía miedo de la inflación. Ahora parece que tiene miedo de lo contrario. Pero en Europa pensamos cada vez en más pequeño. Si nos vamos al nivel país nos encontramos con personajes como Solbes. ¿Qué aporta Solbes? Dicen que "está pasando de todo". La burocracia es un caos para aplicar medidas de apoyo al relanzamiento (¿salvamento?) de trozos de la economía. En una empresa normal a un directivo así no lo mantendrían.

Y si nos vamos al nivel autonómico, ¿es el momento de hacer las cosas que se están haciendo? ¿Es lo que toca en un momento en que tanta gente lo pasa mal? Miren por ejemplo lo que parece que hacen en Madrid, por no mirar a otro sitio, ¿espiarse unos a otros? Cae el turismo habitual pero seguimos poniendo barreras burocráticas a los nuevos ricos de Asia que salen a millones (a otros sitios, naturalmente). Quizás acabaremos jurando todos pronto aunque no precisamente como Obama. Quiero decir que no nos tendrán que soplar los juramentos, nos saldrán del alma.

25-I-09, Pedro Nueno, lavanguardia