España cañí 319: ¿es inherente a la política española ser un régimen militar?

> dossier España cañí <

El parte, abuelito! - LireLactu¡El parte, abuelito!

El primer presentador del Telediario de TVE fue el teniente de artillería Jesús Álvarez, que nos daba las noticias enfundado en su planchado uniforme militar. “¡El parte!”, me anunciaba sin ironía mi abuelo Manuel, que había hecho la guerra en Granada. Abuelito, hoy dirías lo mismo si vieras en TVE, cada mañana, el parte de nuestra guerra (así llamada) contra el virus.

Yo nací bajo una dictadura militar y aprendí a desconfiar de los uniformes, de las botonaduras doradas, de las insignias, medallas, emblemas y chapitas. Por eso me sobresalto cada mañana al poner la tele. Ya sé, ya sé: el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Uniforme Uno), el director general de la Guardia Civil (Uniforme Dos) y el jefe de la Policía Nacional (Uniforme Tres) sirven a mi democracia, pero... ¿por qué en esa tarima no me transmiten confianza? Ah, será por lo que sea (y será injusto).., pero así es.

Los Altos Jefes Uniformados de doradas botonaduras lo saben, y les duele, y aprovechan esta macrocrisis para reivindicarse, redimirse, hacerse valer: ganárseme.

Y el tiro –pam– les sale por la culata. La yuxtaposición de Uniforme Uno, Uniforme Dos y Uniforme Tres (¿no estarán compitiendo, eh?) me inquieta más que me tranquiliza. Tal acúmulo de medallas se restan entre sí, y más si con ellas me arengan (a mí me llamas “soldado” y oigo graznar “del amor” a Marta Sánchez), y aún peor si me recitan pliegos de ¡heroicas! detenciones de ¡temibles! paseantes: ¡méritos grotescos (y hasta ofensivos) frente a los miles de silentes sanitarios que se juegan la vida junto a nuestros enfermos!

Altos Jefes Uniformados: lo que deseo como niño nacido bajo militares es que mi ejército trabaje esforzada, sacrificada y calladamente por el bien común, sin atril, sin alardear, sin una medalla. El mejor ejército es el que no se ve. El virus ahí les gana.

, 17/04/2020 - lavanguardia

Mensajes de uniforme contra el virus

  • El campo semántico de la guerra es el preferido para informar de la Covid-19
, Barcelona
17/04/2020 -lavanguardia

El despliegue de metáforas bélicas con que los portavoces oficiales vienen contando la crisis del coronavirus no tiene fin. Después de casi cinco semanas de decretar el estado de alarma, el campo semántico de la guerra sigue siendo el preferido para narrar la emergencia sanitaria. Al lenguaje militar, por ejemplo en la última comparecencia del presidente del Gobierno, el domingo pasado, en la que se explayó hablando de guerra, victoria, batalla, frente, armas, enemigo, combate, y por supuesto posguerra, se une el poder de la imagen, con la presencia diaria de policías y militares, uniformados y condecorados, en la televisión.

Y la cuestión que se plantea es si esta estrategia de comunicación del Gobierno es adecuada y es eficiente.

“Uno de los perfiles que tienen más credibilidad es el del portavoz netamente técnico. Se apoya en el poder del experto. Son las batas blancas, que en el campo de la seguridad y el orden se traslada a policías y militares uniformados –explica la politóloga Verónica Fumanal–. Y estos suelen ir acompañados de un responsable político, que es quien tiene el poder para llevar adelante las propuestas”.

Este modelo de comunicación político-técnico se utilizó con éxito en esta crisis, apunta Fumanal, el 15 de marzo, en la rueda de prensa tras el decreto del estado de alarma. Comparecieron los ministros de Interior, Sanidad, Defensa y Transporte y detrás cinco mandos de sus ministerios, que cogieron el relevo informativo en los días siguientes: los DAO (director adjunto operativo) de la Policía y de la Guardia Civil, el director del centro de emergencias Fernando Simón, el Jemad y la secretaria de Transportes.

Verónica fumanal

“En la comunicación se han cogido inercias que son difíciles de parar y quizá no son rentables”

“La imagen me pareció muy potente, evidenciaba el poder del Estado y las instituciones en un estado de alarma. Y tenía un elemento clave en comunicación: la novedad. La primera vez que vemos a uniformados en una rueda de prensa llama la atención, genera expectativas, pero después nos acostumbramos –añade esta experta–. La estrategia de comunicación del Gobierno está cogiendo unas inercias que ahora son muy difíciles de parar, pero eso no significa que sean rentables”.

La presencia diaria de policías y militares en las ruedas de prensa puede transmitir seguridad, pero no toda la ciudadanía lo ve con agrado. Y a muchos les han disgustado las coletillas militares utilizadas por el Jemad en algunas comparecencias, como “sin novedad en el frente”, “todos somos soldados” o “en la guerra todos los días son lunes”.

“Ese tipo de lenguaje suena muy extraño y más con este gobierno, pero es que los militares hablan así, es su argot, para ellos es lo más normal”, apunta la consultora en comunicación política Diana Rubio, quien señala que, “aunque el objetivo de su presencia en las ruedas de prensa es demostrar la buena labor que está haciendo el ejército, no hace falta que comparezcan cada día para informar de lo que van desinfectando, sin ánimo de simplificar”.

Como experta en protocolo, Rubio explica que la indumentaria de militares y policías en estas comparecencias está regulada: “Da formalidad a sus intervenciones y deben llevar el uniforme de alta relevancia y las condecoraciones correspondientes, que demuestran el rango de quien está hablando”.

Diana rubio

“El objetivo es mostrar la labor que hace el ejército, pero no tienen que salir cada día”

Ambas expertas señalan como errores generales de comunicación en esta crisis el exceso de portavoces y de presencia en televisión, así como la falta de experiencia comunicativa de algunos. “Les falta empatía, humanidad. Y además deberían dosificarse. Los datos que se facilitan cada día podían despacharse con un comunicado. No hay país, con una comunicación política seria, en el que se hagan tantas comparecencias y con tantos portavoces distintos. Aumentas la posibilidad de meter la pata y luego siempre hay unos matizando a otros”, subraya Fumanal. “No están dando información relevante. Estábamos acostumbrados a que una comparecencia del Gobierno era para algo importante, pero ahora han diluido ese potencial que tenían. Deberían pasar a una segunda fase en el modelo de informar sobre el virus”, apunta Rubio.

Habrá que ver cómo evoluciona la comunicación sobre la Covid-19 y si se mantiene el lenguaje bélico para seguir pidiendo sacrificios a los españoles. Tiempo habrá. Viene otra prórroga del confinamiento.

https://c1.staticflickr.com/3/2003/2146849517_0118dc9690.jpg