The Santperencs, y su mecenazgo solidario, esperanza de futuro

AYER: Cuatro estudiantes de Sant Pere de Torelló ganadores dos años seguidos del campeonato español de investigación robótica no podrán llevar su nuevo invento a la final mundial en Estados Unidos porque no pueden pagar el viaje, que asciende a unos 9.000 euros. A pesar de la ayuda de comercios de su comarca y del sorteo de una cesta, sólo han conseguido dos mil euros. Así que, con mucha pena, sólo podrán viajar a Alemania a disputar el campeonato europeo, y eso si finalmente sus padres los ayudan para el viaje. Toda una pena. Estos estudiantes adolescentes tienen un gran futuro. El año pasado ganaron el premio español por inventar un brazo mecánico que permite operar verrugas a distancia gracias a una cámara web. Y este año han diseñado una lupa potabilizadora de agua que con la ayuda del sol permite hervir el agua en menos de un minuto. Un invento que podría aplicarse en el tercer mundo. Lástima que el primer mundo no se enterará por culpa de unos pocos billetes de avión. 19-III-12, lavanguardia

HOY: Que Catalunya se vuelca con The Santperencs no es un titular exagerado. Catalanes residentes en EE.UU. ofrecieron sus casas a través de la web de La Vanguardia, más de un crío quiso dar su propia hucha. Aigües de Barcelona, muy interesada en desarrollar nuevos proyectos en torno a la potabilización, anunció que lo que hiciera falta, como J. Isern Patentes y Marcas, como el centro comercial Gran Via 2, como la pequeña startup Habaluc... También un portavoz de la embajada española en EE.UU. ofreció su apoyo a los chicos durante su viaje. “En nuestros comienzos también recibimos ayuda desinteresada. Es una cadena de favores”. “Estamos desbordados de emociones –confesó luego Mateo–. Nos llegan propuestas para financiar el proyecto del año que viene, para que los chavales cuenten con becas para sus estudios...”.

A veces todo cambia en cuestión de minutos. De la noche a la mañana. En ocasiones una historia es capaz de tocar la fibra sensible de todo un país. Y, de repente, abracadabra. Todos quieren arrimar el hombro. Sí, los cuatro chavales de Sant Pere de Torelló
viajarán a Estados Unidos, participarán por segundo año consecutivo en la fase final y planetaria de la First Lego League, no tendrán que conformarse con la edición europea de la competición...

Ayer, a primera hora de la mañana, el cartero jubilado Carlos Mateo explicaba en los micrófonos de RAC1 la historia que ya había
adelantado La Vanguardia. Que sí, repetía con resignación, que no les salían las cuentas, que viajar hasta San Luis para competir de nuevo en este torneo sobre robótica, patrocinado por la marca de juguetes a fin de fomentar el talento científico entre los escolares se escapaba de sus posibilidades económicas.

El cartero jubilado, el tutor del equipo integrado por Daniel Mateo, de 16 años, y Marc Famada, Biel Jiménez y Thomasz Sydor, de 12, The Santperencs, no podía imaginarse el giro que estaban a punto de dar los acontecimientos. Todos se habían hecho a la idea. Los chavales ya se sentían bien reconocidos luego de haber ganado dos fines de semana atrás, en Pamplona, por segundo año consecutivo, la eliminatoria española de la competición. Ya habían hecho las Américas, ya se habían codeado con los ojeadores de futuros ingenieros de la NASA, ya habían visto de cerca, aunque sólo fuera por una vez, alguno de los robots teledirigidos del ejército estadounidense... Y en el estudio del programa El món... los tertulianos se indignaban de sobremanera:¿dónde están los mecenas de este país?, ¿cómo puede frustrarse así el talento?, ¿cómo vamos a salir de esta situación si el esfuerzo y el trabajo no se ven reconocidos?

“Que se queden en casa es un fracaso colectivo”, se insistía en la tertulia. “Bueno, la situación del país ya es bastante dura”, decía Mateo, resignado, comprensivo con los tiempos que corren. Aún eran las primeras horas de la mañana. La tinta del diario aún estaba fresca. Y entonces Basté interrumpió la entrevista para informar de que Gas Natural Fenosa acababa de llamar para comunicar que pagaría el viaje de The Santperencs a San Luis.

Al cartero jubilado se le saltaron las lágrimas a través de las hondas. “Qué miedo, qué miedo, ¡ostras! Me hacéis llorar”. Entre tanto, las cuentas de correo electrónico de la página web de La Vanguardia bullían de solidaridad. Ciudadanos, empresas, fundaciones..., todos preguntaban cómo podían echar una mano a los chavales de Sant Pere de Torelló. A última hora de la tarde, los chicos y sus padres contemplaban la imponente sede de la gasista.

Una lente, capaz de hervir agua y llevar a cabo una primera potabilización del agua, únicamente con la energía de los rayos del sol, un artilugio pensado para los países del Sur, y el robot construido con piezas de Lego para realizar mil y una virguerías, convencieron a Jordi García Tabernero, director general de comunicación y del gabinete de presidencia de Gas Natural. “Como vimos que los chavales tenían que confirmar hoy su participación, y que el torneo se celebra en apenas un mes, pues nos espabilamos”.

A las siete de la tarde, Mateo y Tabernero firmaban el convenio que hacía posible la donación de nueve mil quinientos euros.
“Nuestra compañía siempre ha sentido la obligación, la responsabilidad corporativa, de participar, impulsar y apoyar iniciativas culturales, sociales, medioambientales... Y, conociendo la historia de estos muchachos, no podíamos permitir que su esfuerzo no quedara recompensado. Estamos muy orgullosos de vosotros. Sois un ejemplo para toda la sociedad en estos difíciles momentos”

19-III-12, L. Benvenuty, lavanguardia

AYER: Cuatro chavales de Sant Pere de Torelló están a un paso de quedarse con la miel en los labios. Tras superar las eliminatorias catalanas, el equipo The Santperencs arrasó en Pamplona hace un par de fines de semana, en la prueba española de la First Lego League, un campeonato mundial sobre robótica promovido por la popular marca de juguetes.

Los adolescentes se ganaron de esta manera, erigiéndose entre un montón de institutos y colegios volcados con sus equipos, el derecho a viajar en pocos meses a EE.UU. y participar en la fase final de este torneo destinado a fomentar el talento científico entre los más jóvenes. El problema de los críos de la comarca de Osona es que no tienen suficiente dinero para cruzar el charco. De modo que se conformarán con participar en la versión europea de la competición, en Alemania, ya que sale más barato.

"Yo -dice Daniel Mateo, el líder de The Santperencs, el mayor del grupo, el que ya tiene dieciséis años- lo que he aprendido de toda esta experiencia es que el esfuerzo, el trabajo bien hecho, la constancia... siempre merecen la pena, acaban dando sus frutos y resultados".

Los otros miembros del grupo, Marc Famada, Biel Jiménez y Thomasz Sydor, todos de doce años, también se muestran incapaces de sentirse decepcionados.

"Seguro que en Alemania nos encontramos también un nivel increíble y aprendemos un montón -sigue Daniel-. Además, en Estados Unidos ya estuvimos el año pasado, y fue genial. Allí están los ojeadores de la NASA buscando talentos. Y puedes manejar robots teledirigidos del ejército. La verdad es que no nos esperábamos volver a ganar, y ganar por segunda vez ya fue todo un premio en sí mismo, todo un reconocimiento".

Sí, The Santperencs ya hicieron las Américas el año pasado, y a pesar de lo intimidante y grandilocuente que allá resultaba todo, quedaron décimos del mundo. Se convirtieron en embajadores de su pequeño pueblo. Eliminatoria tras eliminatoria, se impusieron a docenas de equipos curtidos en los laboratorios de sus institutos, apoyados por sus claustros... Entonces los de Sant Pere diseñaron con piezas de Lego un brazo mecánico que permite operar verrugas a distancia, gracias a una cámara web. Los ratos libres de los últimos siete meses los chavales los dedicaron al diseño de una lupa potabilizadora de agua, que sin más ayuda que la de los rayos del sol permite hervir agua en menos de una hora. La idea es aplicarla en el tercer mundo. El tema de la competición de este año es la higiene alimentaria. La Escola Tècnica Superior d'Enginyers Industrials de Barcelona les ha invitado a dar una charla.

El año pasado sufragaron el viaje sorteando una panera y contando con el apoyo de diversas instituciones públicas de la zona y con la ayuda de los patrocinadores del certamen. Pero tal como explica Carlos Mateo, el padre de Daniel, un cartero jubilado que se maneja como tutor de los chavales, "a pesar de que los patrocinadores nos están ayudando mucho, tanto como en el 2011, y vuelven a darnos dos mil euros, este año las cosas están mucho peor".

Y aunque es posible que un grupo de comerciantes de la comarca les ceda un ordenador para volver a sortear la panera, y quizá hasta un jamón, todo apunta a que la recaudación final sólo cubra la estancia en Alemania. "Entre billetes, traslado de material y hoteles -calcula Carlos en una dependencia de la antigua biblioteca municipal, donde el grupo tiene su laboratorio-, la opción alemana nos saldría por unos 4.500 euros, y eso sí creo que podremos asumirlo con la ayuda de todas las familias de los chavales... Pero es que Estados Unidos es el doble, y los padres pues somos gente muy normal, humilde".

19-III-12, L. Benvenuty, lavanguardia