"sostenella y no enmendalla", el ridículo -ferroviario- español ante Europa

El corredor ferroviario del Mediterráneo continúa abriéndose camino en Europa. Por primera vez, la propuesta de incluir este eje en el mapa de redes transeuropeas tuvo el apoyo, ayer, de los ministros de Transporte europeos, sorprendidos, pero, por el rechazo del actual Gobierno español a la propuesta de acuerdo. Al nuevo mapa de prioridades, negociado con el ejecutivo socialista, Madrid echa de menos el eje central del Pirineo, que atravesaría la cordillera por Aragón.

El texto aprobado por los ministros de Transporte, y que ahora pasa a ser negociado con el Parlamento Europeo, prioriza la ejecución de los corredores ferroviarios del Mediterráneo y del Atlántico. El hecho de incluirlo en la red principal de la UE permitirá que las obras dispongan de un 20% de cofinanciación comunitaria, un porcentaje que en los tramos transfronterizos sube hasta el 50%.

El rechazo del Gobierno español a la propuesta de acuerdo de la presidencia danesa de la UE, que suaviza algunos aspectos del texto original de la Comisión Europea, obligó a levantar la sesión ministerial y negociar con los técnicos las cuatro condiciones que Pastor puso encima la mesa. Sólo atendieron una: la inclusión de Zaragoza como plataforma logística de interés europeo.

“Negociamos con países, no con gobiernos”, protesta la Comisión Europea. “Teníamos un buen acuerdo con el ministro Blanco, nos pusimos de acuerdo, y no se puede cambiar, sería un muy mal precedente”, se defendía ayer el vicepresidente, y responsable de Transportes, el estonio Siim Kallas. Kallas y Pastor hicieron una reunión bilateral antes del Consejo de Ministros para acercar posiciones, pero Bruselas cree que hay poco margen de maniobra, sólo está abierta a hacer “ajustes menores”. La lista costó dos años de negociaciones previas con los gobiernos, y reabrirla establecería “un precedente diabólico”, advirtió el comisario. El mapa que hay encima la mesa, añadió, es una propuesta muy buena y está aceptada por los países vecinos, cosa que también es muy importante. Sus colaboradores destacan como, al contrario, el eje central no tiene el apoyo de Francia porque sea declarada infraestructura prioritaria.

Con estos argumentos, la Comisión Europea rehusó las pretensiones del Gobierno español. Su decisión, de hecho, ha sido retirar el eje central de la lista donde Loyola de Palacio, entonces comisaria europea, la incluyó hacia el 2004. La razón principal que esgrimen es la imposibilidad que el proyecto esté ejecutado el 2030, el plazo que se ha puesto a la lista de proyectos prioritarios.

Tampoco el puerto de Vigo ni los aeropuertos de Málaga, Alicante, Palma o Tenerife Sur no cumplen los requisitos necesarios para pasar a quedar incluidos en la red principal europea, según Bruselas. En el caso de infraestructuras ya construidas, el hecho de figurar en este mapa, advierten fuentes europeas, “implica obligaciones; obligaría al Gobierno a conectarlas en la red ferroviaria”.

Kallas evitó criticar la decisión de Portugal de cancelar la construcción del tren de gran velocidad Lisboa-Madrid y reclamó “racionalidad” a la hora de planificar las redes. “No podemos soñar tenerlas en todas partes”, apuntó, tanto por el coste que tienen como por el consumo.

23-III-12, B. Navarro, lavanguardia