¡Oh, Italia!

El Consejo de Europa –foro que agrupa a 47 países, con sede en Estrasburgo– censuró ayer severamente el sistema de financiación pública de los partidos políticos italianos, por sus carencias “importantes”, controles “ineficientes” y sanciones “ineficaces”...

El análisis sobre los partidos italianos figura en un documento elaborado por la comisión Greco (Grupo de Estados contra la Corrupción), en el que se subraya que “la mayor debilidad” del sistema italiano está en los controles. El informe asegura que el papel de supervisión efectiva de los ciudadanos es “muy limitado” y que la vigilancia de las autoridades públicas es “muy fragmentada, más formal que sustancial”. Según el Consejo de Europa, Italia tendría que reformar sus partidos, comenzando por su clara definición legal, y debería prohibirse con carácter general las donaciones anónimas.

Entre 1994y 2008, los partidos italianos gastaron un total de 570 millones de euros, pero las subvenciones recibidas para sus campañas electorales llegaron a los 2.250 millones de euros...

Los últimos escándalos agrandan el descrédito de los partidos italianos ante los ciudadanos y han llevado a que preparen a toda prisa una reforma. Pronto habrá propuestas concretas en el Parlamento. El quid de la cuestión es que los cambios resulten creíbles y se apliquen de verdad.

12-IV-12, E. Val, lavanguardia