NO son los bancos, es España (cada uno de nosotros) quien recibe el préstamo (100.000 millones más)

La clave es el 17 de junio griego y esta vez pasa por Estados Unidos. Desde hace semanas, el Ejecutivo español se sabía en la necesidad de solicitar ayuda a Europa para la recapitalización de la banca. El hundimiento de Bankia ha provocado un estrago colosal en el sistema España. Un agujero humeante en el centro de la Península. Un agujero valorado en 19.000 millones de euros, prácticamente el 2% del Producto Interior Bruto. Un estrago a su vez agravado por las necesidades adicionales de cobertura detectadas por el Banco de España en Catalunya Caixa (4.500 millones) y en Novagalicia (otros 4.500 millones). El cráter principal corresponde a la insólita aleación de los riesgos inmobiliarios de Madrid y Valencia -una alianza de la que ahora nadie se hace responsable-, más las peores secuelas del ladrillazo en Catalunya (especialmente en el área metropolitana de Barcelona, de hegemonía socialista) y en la Galicia autonomista de Núñez Feijóo. El Gobierno sabía desde hace semanas -desde que forzó la salida de Rodrigo Rato de la presidencia de Bankia- que era necesario pedir ayuda y centró sus esfuerzos en impedir que el radical empeoramiento del riesgo España en los mercados financieros derivase en una intervención pura y dura antes de las Termópilas griegas.

El escenario podía ser aterrador: España en Europa B, en medio de una incierta tormenta que amenaza la propia integridad del euro. Por esta razón, el Gobierno se plantó, amenazando veladamente con el default (suspensión de pagos) y dejando circular por Madrid rumores más o menos oficiosos sobre un fantasioso regreso a la peseta si el Directorio Europeo decidía apretar fuertemente las tuercas. Rajoy ha cultivado desde el primer día una buena relación con Angela Merkel y a la vez se ha visto obligado a echarle un órdago: podía estar en juego la supervivencia de su Gobierno apenas apenas cinco meses después de la investidura. El pasado martes, fuentes alemanas citadas por la agencia Reuters hablaban de los "orgullosos" españoles que se resisten a pedir ayuda.

Desde Washington, la Administración Obama observaba la pugna con creciente alarma. Hace meses que el presidente norteamericano considera desastrosa la deriva de Europa. China comparte la alarma. Y Rusia, también. Un súbito agravamiento de la crisis de la zona euro puede impactar de lleno en la campaña electoral norteamericana. Bajo esa perspectiva, el 17 de junio griego con España en vilo constituía una suma de riesgos verdaderamente explosiva. Había que desactivar esa bomba de relojería. Las declaraciones de Barack Obama el viernes -horas antes del movimiento de jaque del FMI- ofrecen dos claves muy importantes. Véase la portada de La Vanguardia del sábado: Obama pide que se inyecte ayuda cuanto antes a los bancos españoles y a la vez lanza un mensaje contra la imposición de una mayor austeridad a la sociedad española. "Sus reformas son inteligentes, pero serán inútiles si se les piden más recortes". En esas palabras quizá esté la clave de lo ocurrido ayer: España ha tenido que ceder y pedir ayuda antes del 17 de junio. Con toda la suavidad que se quiera ya lleva puesta la estampilla del rescate. Está un poco más lejos de Italia. A cambio no será tratada -por ahora- como Grecia y Portugal. No será humillada.

Ese es el cuadro y en su dibujo ha intervenido Estados Unidos. El frente luterano -Alemania reforzada por Holanda y Finlandia- quería más dureza, pero Merkel podrá acudir a las elecciones federales alemanas del 2013 con toda la Europa del sur en un grado u otra intervenida. Toda, puesto que Italia se halla intervenida políticamente.

Fiel a su estilo, el presidente español no compareció ayer ante la prensa y delegó en el ministro de Economía, para no dramatizar la situación más de la cuenta. Rajoy vivió ayer su 9 de Mayo. En tal fecha del año 2010, José Luis Rodríguez Zapatero recibió una llamada de su admirado Obama conminándole a cambiar de política, como le pedían los alemanes. "La presión ha sido tan fuerte que no se ha podido soportar", reconocía ayer una fuente gubernamental. Estados Unidos ha contribuido a domeñar el orgullo español y a la vez es posible que haya salvado a Rajoy. El Gobierno de concentración nacional deberá esperar. Y los presupuestos del 2013 serán de órdago. En otoño, gran partida de mus. España.

10-VI-12, E. Juliana, lavanguardia