"¿Quién paga esto?", Fernando Ónega

Y estamos los tipos como yo que nos preguntamos, como Josep Pla ante las luces de Nueva York, quién paga esto.

La pregunta no es tonta del todo por las siguientes razones: porque 100.000 millones debe ser bastante dinero, incluso para quienes les cabe esa cantidad en su cabeza, que no es mi caso; porque será verdad que no aumenta el déficit, pero sí el endeudamiento exterior, que dice Montoro y lo repite Rajoy que es el origen de nuestra desgracia; porque esa cantidad supone el 10% del producto interior bruto de este país; porque tan gigantesco montante debe prestarse al 30% de la banca, que parecen pocas entidades para tamaño montón de billetes; porque el señor Almunia, que algo sabe de esto, dice que habría que cobrarles a esos bancos un interés del 8,5%, con lo cual mi peluquera se pregunta a qué interés nos van a poner a nosotros los créditos, si alguna vez llegan a darlos. Por ese lado está oscura la salida.

Pero hay otra mirada. Para devolver principal e intereses a quince años, los bancos que recibirán el maná tienen que ganar en su conjunto unos 10.000 millones anuales, y muy usureros tendrán que ser para conseguirlo. Si una de las causas de sus dificultades es la galopante morosidad de este país, los morosos tienen todas las trazas de aumentar. Si el negocio bancario es el crédito, pocos préstamos les vamos a pedir si continúa el paro y el miedo al futuro. Si el agujero está causado por los productos tóxicos, vamos a ver cuántas hipotecas se quedan sin pagar en los próximos tiempos. Y si la economía general no se anima, poco negocio bancario se producirá. De todo lo cual obtengo tres inteligentes conclusiones. Una, que no veo claro el negocio y comprendo a los mercados que desconfían. Dos, que el problema no está en la banca, sino en la crisis misma que no crea empleo ni mueve actividad. Y la tercera, que al final, como el avalista de los 100.000 millones es el Estado, usted y yo terminaremos pagando la fiesta y recogiendo las copas.

14-VI-12, Fernando Ónega, lavanguardia