"Barclays y Bankia: las comparaciones...", Lluís Foix

Es formidable que en un país en el que las cosas suelen ir tan lentas, un día después de que el máximo ejecutivo de Barclays se viera forzado a dimitir, compareciera ante una docena de diputados para dar cuenta de las acusaciones de que su institución había manipulado los indicadores interbancarios que afectan a las hipotecas, deudas y derivados de millones de clientes. El consejero delegado de uno de los bancos más emblemáticos de Inglaterra, Bob Diamond, ha respondido durante varias horas a todas las cuestiones que le preguntaron los diputados de la comisión del Tesoro de la Cámara de los Comunes.

Bob Diamond comparecía al día siguiente de haber dimitido por unas prácticas en las que puede verse involucrado también el vicegobernador del Banco de Inglaterra y miembros de este y el anterior gobierno.

La sospecha de que las prácticas de Barclays eran conocidas, autorizadas o encubiertas por las más altas autoridades monetarias de Londres ha hecho que el consejero delegado de Barclays se sentara en cuestión de horas ante una comisión de diputados.

El caso Barclays es particularmente nocivo para el prestigio del sistema financiero británico. Como lo ha sido lo que ha ocurrido en España a causa de admitirse oficialmente el agujero creado en Bankia y en otras instituciones financieras. En el caso Bankia ha sido la Audiencia Nacional la que varias semanas después de conocerse los hechos ha admitido a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción y del partido UPyD contra 33 miembros del consejo de administración de la entidad. Dos exministros, Rodrigo Rato y Ángel Acebes, han sido citados como imputados, así como el expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, y otros responsables del banco.

Lo más destacable entre lo que ocurría ayer en Londres y Madrid es que los banqueros sospechosos de haber cometido graves irregularidades comparecieron en Inglaterra ante una comisión de diputados y en España han ido directamente a la Audiencia Nacional sin pasar por el Congreso.

La diferencia es bien simple. El Congreso de los Diputados no se ha puesto de acuerdo en crear una comisión independiente por la sencilla razón de que políticos de los dos grandes partidos han sido parte en los posibles delitos que se hayan podido cometer en las cajas de Valencia y Madrid que han sido controladas por el Partido Popular y lo que pueda ocurrir en otras cajas politizadas en Catalunya y otros puntos de España que han sido feudos del Partido Socialista.

La diferencia no es menor. En Londres la política actuó a través de una comisión parlamentaria al día siguiente de la dimisión del primer ejecutivo de Barclays. En España tiene que ser la justicia la que actúe porque los políticos no se han atrevido. El escándalo Barclays se ha cobrado ya tres dimisiones. En el caso Bankia, Rato todavía es presidente de Caja Madrid.

5-VII-12, Lluís Foix, lavanguardia