"Más valientes y solidarias", Cristina Sánchez Miret

El jueves por la mañana se produjo un de aquellos momentos amables que de vez en cuando se abren camino en medio de la crispación creciente que produce, y se produce, ante los acontecimientos que nos rodean y acontecen noticia a los medios de comunicación. En RAC1, Jordi Basté entrevistaba al portavoz del grupo parlamentario del PP en Cataluña, Enric Millo, que nos hizo partícipes de una parte de su historia personal encomiable, tanto por el gesto como por haber sido tanto muy vivida: ha sido dando de un riñón a su mujer, que requería un trasplante con urgencia.

En medio de la conversación, el político informó que la mayoría de las personas que hacen el mismo que él ha hecho –es decir, dar un órgano del propio cuerpo en vida– son mujeres; en un porcentaje que bordea el 97% ante sólo un 3% de hombres. Entrevistado y entrevistador mostraron su sorpresa –la uno en directo y el otro explicada– ante esta realidad y relacionaron la diferencia entre sexos en términos de “más solidarias y más valientes”, en medio de la más absoluta extrañeza, incredulidad e interrogación en sus voces.

No voy entender su perplejidad; de hecho, a mí sí que me sorprendió de ellos la poca capacidad de comprensión, en este aspecto, de la realidad que los rodea. Sí, ya lo sé que muchos pensarán que es un mero detalle y nada significativo; pero es precisamente en los detalles y no en el discurso aprendido que se observa con claridad la construcción del mundo y la percepción que tenemos.

Son las declaraciones aberrantes que no reproduciré y la violencia directa –unas y otras presentes habitualmente y especialmente cruentas esta semana– pero también estos detalles el que denota no sólo cuánto nos queda para aprender, sino que poco que hemos aprendido. Todo esto a pesar de los adelantos que se han hecho en el conocimiento del que significa ser mujer y ser hombre en nuestra sociedad, del porque de los comportamientos diferenciados entre sexos y de la discriminación de género.

14-X-12, Cristina Sánchez Miret, socióloga, lavanguardia