el Gobierno balear de Bauzá toma medidas de comisariado soviético contra su sistema educativo

El Gobierno balear del PP quiere volver a presionar el sistema educativo. Después de introducir por primera vez la elección de lengua y anunciar el final de la inmersión en catalán, la Consejería de Educación ha publicado el borrador del anteproyecto de ley de convivencia escolar y autoridad del profesorado. Un documento que, entre otras medidas, plantea represalias a los profesores que muestren opiniones políticas en el ejercicio de sus funciones.

Según el articulado, se considerarán faltas graves y muy graves “la violación de la imparcialidad y la neutralidad” de los profesores que, en el ejercicio de sus funciones, “expresen posiciones personales, familiares, corporativas, políticas o clientelares”. Las sanciones incluyen desde la retirada del salario entre uno y seis años, hasta el traslado a otra isla o el despido.

Los sindicatos de la enseñanza, las asociaciones de padres y los partidos de la oposición han puesto el grito al cielo porque entienden que el proyecto coarta la libertad de cátedra consagrada en la Constitución y convierte a los alumnos en denunciantes de sus maestros. Consideran que la norma se ha elaborado ad hoc para reprimir los símbolos contestatarios en las aulas, como los lazos con los colores de la señera que llevan los profesores. El Gobierno ha aclarado, sin embargo, que lucir emblemas a favor del catalán o camisetas contra los recortes no será sancionado. Sí que se podrían penalizar aquellos profesores que cuelguen lazos en las fachadas de los centros.

Este símbolo, en un primer momento, se identificó como una crítica a la reforma que exonera los funcionarios de saber catalán. Con el tiempo, los lazos se han convertido en una proclama generalizada a favor de la lengua. La consejería, consciente de este matiz, asegura que sólo se sancionará cuando se demuestre que hay una “protesta política”.

12-XI-12, E. Carranza, lavanguardia