la Iglesia católica alemana frena la investigación de abusos sexuales a menores

El aparente fracaso de una investigación iniciada por la Iglesia sobre los casos de abusos sexuales a menores registrados en instituciones católicas alemanas entre los años 60 y 80 ha llevado a la asociación de víctimas a solicitar una investigación independiente del Bundestag sobre la materia, tal como se hizo en Holanda. Un año después de su acuerdo para investigar de forma transparente esos casos, la Iglesia católica alemana ha decidido suspender cautelarmente su contrato con el responsable del estudio.

Se trata del criminólogo Christian Pfeiffer, director del Instituto de Investigaciones Criminales de Baja Sajonia (KFN), una institución respetada y con experiencia en investigaciones históricas. Según Pfeiffer, el motivo de la suspensión es la “censura” practicada por la Iglesia. Por primera vez, Pfeiffer había recibido autorización para investigar libremente en los archivos eclesiásticos.

“La Iglesia católica quiere un estudio a su gusto”, ha dicho el investigador, que asegura que los obispos querían revisar su trabajo antes de su divulgación y menciona casos de destrucción de documentos en los archivos. La Iglesia lo niega y piensa recurrir judicialmente la acusación de censura, anunció el secretario de la conferencia episcopal alemana, Hans Langendörfer.

El motivo de la suspensión ha sido las “diferencias personales” con Pfeiffer, a quien se ha acusado de querer hacer “sensacionalismo” con la investigación, ha dicho Matthias Kopp, portavoz de la conferencia episcopal. Representantes de organizaciones católicas de base hablan de diferencias entre los obispos, con un sector que quiere barrer los asuntos debajo de la alfombra que se habría impuesto a otro más abierto.

Los escándalos de abusos sexuales a menores salieron a la luz en el 2010, a raíz de los casos denunciados por el director del colegio Canisio, que los jesuitas tienen en Berlín. El fenómeno, que comenzó con algunas decenas de casos conocidos, creció como una bola de nieve. La Conferencia Episcopal contrató los servicios del KFN prometiendo transparencia y acceso a sus archivos. Ahora dice que la investigación continuará, pero “¿quién creerá en un estudio propio de la Iglesia si no ha sabido cooperar con investigadores externos?”, se pregunta el diario Die Welt. El asunto no funcionará mientras la Iglesia siga poniendo en el centro el problema de su imagen en lugar de centrarse en las víctimas, señala un editorial del Süddeutsche Zeitung.

“Se está dando la impresión de que la Iglesia quiere tener la última palabra sobre lo que puede divulgarse y lo que no en materia de los hallazgos que se producen en la investigación”, ha dicho la ministra de Justicia, Sabine Leu-theusser-Schnarrenberger, a la emisora Deutschlandfunk.

11-I-13, R. Poch, lavanguardia