la fórmula islandesa: el Dinero Público no es para "salvar bancos"

Islandia hizo lo correcto al no cubrir los depósitos de los ahorradores extranjeros tras el colapso financiero del 2008. Así de claro lo dejó ayer el tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que dio la razón al país nórdico por haberse negado a pagar las deudas que uno de sus principales bancos, el quebrado Landsbanki, contrajo con miles de clientes en el Reino Unido y Holanda.

El veredicto, que es definitivo y no podrá ser apelado, pone punto y final a cuatro años de batalla legal, además de dar esperanza a quienes consideran que el dinero público no debería utilizarse para salvar a los bancos en quiebra.

La corte rechazó los argumentos esgrimidos por Holanda y el Reino Unido, que acusaban a Islandia de haber violado la directiva europea sobre esquemas de garantías de depósitos, asegurando que ésta le obligaba a garantizar los primeros 20.000 euros de cada cuenta. Según el tribunal de la AELC, sin embargo, la directiva europea no contempla dicha obligación “en una crisis sistémica de la magnitud como la que experimentó Islandia”.

La debacle financiera de finales del 2008 provocó la bancarrota del sistema bancario islandés, así como el hundimiento de su moneda y un drástico aumento del paro. Entre los afectados se encontraban unos 340.000 extranjeros que habían abierto cuentas en el Icesave, la filial on line con la que el Landsbanki había atraído a ahorradores británicos y holandeses ofreciendo altos intereses.

En un primer momento, el Reino Unido y Holanda cubrieron los fondos de los afectados pero luego le reclamaron la deuda a Islandia. Tras largas e intensas negociaciones, ambas partes llegaron a un acuerdo según el que el estado nórdico se comprometía a pagar. Éste, sin embargo, se rompió después de que los islandeses lo rechazaran a través de un referéndum. Meses más tarde, un segundo acuerdo volvería a ser rechazado por medio de otra consulta.

Islandia celebró ayer que la justicia europea haya decidido finalmente darle la razón, señalando que la resolución “cierra una importante etapa dentro de una larga serie”. La noticia también fue recibida con entusiasmo por la ciudadanía. “Deja claro lo importante que es que el pueblo se pronuncie sobre los asuntos en lugar de dejarlo todo en manos de los políticos”, declaró a La Vanguardia Ragnar Ólafsson, uno de los ciudadanos que impulsaron los referéndums. Si bien Islandia se negó a pagar la deuda con dinero público, hace unos meses empezó a devolver las sumas adeudadas con los propios activos del Landsbanki, cosa que seguirá haciendo.

29-I-13, G. Moreno, lavanguardia