cuando el Estado paga a terroristas y, además, hace el ridículo

Mohamed Omar Dehbi, un empresario argelino afincado en Barcelona, fue detenido en septiembre del 2010. La policía estaba convencida de que era un “banquero” de Al Qaeda. Estuvo dos días entre rejas. La policía, sin embargo, no pudo probar nada y fue puesto en libertad. La acción policial fue muy publicitada. La noticia dio la vuelta al mundo. El Ministerio del Interior difundió la identidad y la fotografía de Omar Dehbi. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz sobreseyó la causa de forma provisional en marzo del 2011 y el pasado mes de septiembre lo hizo de forma definitiva. El auto señala que “no se comprende qué delito pudiera haber cometido (Dehbi) con su actuación”. El fiasco de la policía y del ministerio del Interior se debe a una venganza de Argelia, según admiten fuentes de la inteligencia española. El régimen argelino rompió la colaboración con España en materia de seguridad en agosto del 2010, cuando Madrid pagó unos ocho millones de euros por la liberación de dos cooperantes españoles en manos de AQMI, la filial de Al Qaeda en el norte de África que entonces tenía su base en el sur de Argelia. Este dinero financiaba el terrorismo contra el Estado argelino. El chivatazo de que Omar Dehbi era un “banquero” de Al Qaeda llegó de Argelia y el ministerio del Interior, deseoso de recuperar la colaboración, actuó sin contrastar la información. El ridículo fue sonado y Omar Dehbi vivió un calvario. El sobreseimiento libre que ha decretado Pedraz es, según el abogado de Dehbi, el primero en un caso de terrorismo. El empresario argelino tiene ahora intención de demandar al ministerio del Interior por los daños causados a su familia y su negocio.

20-I-13, Xavier Mas de Xaxàs, lavanguardia