España cañí -96: Presidencia del Congreso: el esperpento de la mentira adornando la opacidad

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Lo negó delante de todos. “Para mí no era un problema, aunque tampoco creo que nadie se haya perdido nada”. Así respondió Draghi a la pregunta que le formuló La Vanguardia sobre si le hubiera importado que su comparecencia en el Congreso hubiera sido abierta, sin el veto que impuso Jesús Posada, presidente de la Cámara, a la sesión. Esta explicación pública echa por tierra la excusa oficial del Gobierno de que el BCE impuso la confidencialidad absoluta al acto, un hecho que causó gran indignación a la mayoría de las fuerzas políticas y que incendió las redes sociales. Posada admitió públicamente su responsabilidad y recordó que se siguió el mismo protocolo que cuando Draghi visitó el Bundestag. El presidente del Congreso quiso mantener el formato de comparecencia a puerta cerrada sin actas, ni taquígrafos, ni grabaciones. 13-II-13, lavanguardia