las ILPs (Iniciativas Legislativas Populares), instrumento impotente ante la partitocracia

La de ayer será recordada como una sesión histórica. Al menos para quienes estudien la evolución de las iniciativas legislativas populares (ILP) en el periodo democrático bajo la Constitución de 1978. Histórica porque en los primeros 35 años en vigor sólo se admitieron a trámite dos de las 66 ILP que se presentaron. El resto, o no se aceptaron por estar incompletas, o decayeron con el final de una legislatura o bien fueron rechazadas en su primer debate en el Congreso. Ayer, en una sola jornada, fueron admitidas a trámite dos. Las mismas en un solo día que en los 35 años anteriores. Aunque lo sucedido ayer parece desmentir la idea de que la fórmula legislativa popular era inexistente en la práctica, no permite concebir grandes expectativas sobre la posibilidades de un salto en la participación democrática directa en el trabajo legislativo...

La presión popular rompió ayer el dique del Gobierno en el Congreso. Sólo tres horas antes de que el pleno de la Cámara votase la admisión a trámite de la iniciativa legislativa popular (ILP) sobre una ley de regulación de la dación en pago, de paralización de los desahucios y de alquiler social, el PP cambiaba radicalmente su posición y admitía a trámite el peso de las casi 1,5 millones de firmas que avalan el texto.

Y es que el Gobierno de Mariano Rajoy no estaba en condiciones de soportar el peso de aprobar la tramitación de una ley para defender el valor cultural de los toros al tiempo que rechazaba otra para proteger a personas como el matrimonio que ayer se quitó la vida en Calvià antes de ser expulsado de su vivienda...

La votación de ayer no implica la inclusión de esa medida en el proyecto de ley que se someterá a votación dentro de unas semanas, sino únicamente nuevos plazos para la introducción de enmiendas en el texto que ya estaba elaborando la comisión de Economía del Congreso. Pero, indudablemente, incrementa la presión para que el texto definitivo incluya entre quienes se beneficien de la moratoria de los desahucios a todos los deudores de buena fe y no sólo a los más débiles, amparados en el decreto ley aprobado el pasado 15 de noviembre.

13-II-13, L. Izquierdo, lavanguardia