Cristóbal Montoro, Ministro... ¿o matón de barrio?

El ministro de Hacienda no tiene reparos en amenazar, desde el Congreso de los Diputados, a los partidos de la oposición, los artistas que lo critican y los periodistas que no le ríen las gracias. La munición de las amenazas siempre es la misma: la información confidencial sobre la renta de las personas y las empresas de que dispone el Estado y que, obviamente, no es propiedad de ningún cargo político ni partido, sino de la Administración central, sometida a reglas y normas que deben garantizar la privacidad, la seguridad y el buen uso de unos datos especialmente sensibles. Cada vez que Montoro expresa esta amenaza tranquilamente, el Estado de derecho pierde toneladas de credibilidad y legitimidad. Son maneras de matón de barrio.

¿Se imaginan a un ministro del Reino Unido, de Francia o de Alemania amenazando a alguien con divulgar los datos disponibles del interesado en los todopoderosos ordenadores de las respectivas haciendas públicas? No se lo tolerarían y, probablemente, debería dimitir avergonzado. En Madrid, en cambio, estas actitudes hoy se aceptan como normales. Además, la moda Montoro parece que crea escuela entre sus compañeros de Gabinete. Recientemente, el ministro del Interior ha hecho saber –durante una comparecencia parlamentaria que debía aclarar hechos muy graves– que tiene más información en su poder sobre casos que pueden afectar a partidos de la oposición, aunque ha tenido el detalle de no hacerla pública todavía.

15-III-13, F-M. Álvaro, lavanguardia