fariseísmo totalitario de los Comisariados de Contenidos Televisivos

La dificultad de equilibrar los valores más tópicos de la Semana Santa y la naturaleza pecadora de la tele se podría ilustrar con la denuncia del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC), que, atendiendo quejas de asociaciones de telespectadores, acusa el programa Sálvame (Tele 5) de vulnerar la protección infantil.

Las razones expuestas por el CAC hacen pensar en una mezcla de plagas meteorológicas y bíblicas: violencia, sexo, contenidos susceptibles de crear angustia y tensión, lenguaje grosero y conductas negativas. De este repertorio de fariseísmos mal digeridos por una reglamentación hipócrita, lo que más me preocupa es el concepto “conducta negativa”. Imponer por ley conductas positivas es un acto de totalitarismo emocional que puede degenerar en valores como los que proponían los Teletubbies. Aquellas criaturas psicotrópicas marcaron la infancia de toda una generación a base de abrazos injustificados (pura banalización de los afectos) y de repetir cualquier cosa dos veces. Puestos a elegir, quizá sea más realista y pedagógico dejar que una criatura se enfrente a las realidades tóxicas del Sálvame que a la docilidad desfigurada de unos programas teóricamente infantiles.

30-III-13, Sergi Pàmies, lavanguardia