España cañí -120: muy eléctrico complejo de Electra

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En Igualada llaman electra a la luz eléctrica, un nombre de gran tradición psicoanalítica desde que Jung describiera el famoso complejo: una versión del de Edipo con la polaridad invertida que puede provocar historias kafkianas. Como la de un abonado barcelonés de la calle Marina que debe pagar una factura inestimable. Veamos: el 22 de enero se queda sin luz y llama a la compañía. Los contadores del edificio son digitales, pero le replican que no les consta avería alguna y que el problema es de su responsabilidad. Añaden que si falla el fusible de entrada deberá pagarlo, y que es muy caro. Le recomiendan que avise a un técnico privado. El abonado tiene un seguro con el RACC. Llama y a los veinte minutos llega un profesional. El fusible está bien, pero el display del flamante contador digital está sin lectura. Se ha quemado. El abonado vuelve a llamar a Endesa y transmite la información. Le vuelven a decir que no les consta anomalía alguna. Añaden que si se desplazan y la responsabilidad no es suya le costará un riñón. Como el contador pertenece a la compañía el operario del RACC ya no puede hacer nada más. Cuatro horas más tarde llegan dos técnicos. Comprueban que el contador está quemado, probablemente a causa de una instalación deficiente, lo extraen y empalman cables. Un puente. El abonado vuelve a tener luz, pero ahora la electra ya es una magnitud incontable. Le aseguran que en un par de días vendrá un técnico e instalará un contador nuevo. Pero tardan casi tres meses, hasta el 17 de abril. Eso sí, el 21 de marzo Gas Natural emite una factura, alquiler del (inexistente) contador incluido, con una lectura de 765 Kw.

El abonado llama a Gas Natural los días 2 y 16 de abril para reclamar el alquiler de un contador que no tiene e inquiere cómo han calculado el consumo sin contador. Al día siguiente, 17 de abril, un técnico de Endesa instala el nuevo contador sin avisar a nadie. El abonado se entera por el conserje del edificio. Gas Natural responde a la reclamación a lo Poncio Pilatos: ellos sólo facturan el consumo eléctrico como distribuidores según los datos que les facilita Endesa. El abonado llama a Endesa y le informan de que han hecho la lectura estimada según el consumo del año pasado. Una lectura inestimable que no se podrá contrastar nunca con ninguna otra lectura real, porque el nuevo contador (cuyo alquiler ha sido pagado in absentia) parte de cero. El abonado no tiene culpa alguna de la desidia trimestral de Fecsa Endesa ni tampoco de la higiene de manos que exhibe Gas Natural, pero si no paga la lectura inestimable le cortarán la luz. Ya lo dijo Jung, que eso de la Electra era muy complejo.

1-VII-13, Màrius Serra, lavanguardia