España cañí -121: una opinión publicada que fomenta el anticivismo criminal

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   El parkour es una especie de deporte que consiste en desplazarse –por ciudad o por el campo– desde un punto A a un punto B, en línea recta, e ir superando los obstáculos que vas encontrando: muros, vallas, barandillas, árboles, ríos, edificios... Sólo puedes utilizar tu cuerpo, sin ninguna herramienta que te ayude, y se trata de avanzar de forma ágil, rápida y eficiente. Hay que tener una buena preparación física, porque tienes que dar saltos (de longitud y de altura), volteretas, escalar, avanzar a cuatro patas, balancearte (de la rama de un árbol o de un semáforo, por ejemplo) si eso te permite saltar un muro... Parte de la gracia del parkour es que no compites con nadie, no hay rivalidades.

 

    Pues bien, la noche del miércoles de la semana pasada, en la ciudad de Elx, dos amigos salieron a hacer parkour. En un momento determinado del recorrido que se habían marcado, ambos se subieron a la azotea del colegio Luis Cernuda. Uno de los dos se sentó en una claraboya de vidrio. La claraboya no aguantó su peso y se rompió. El chico fue a parar a un murete que estaba tres metros debajo, lo cual atenuó la caída, pero no lo suficiente como para evitar que rebotase y cayese finalmente al suelo, seis metros bajo el murete.

Dos días después, el concejal de Vía Pública del Ayuntamiento de Elx, Manuel Rodríguez, dijo que la claraboya rota y el resto de los desperfectos los pagará el chico o su familia: “Una vez se sepa qué cuesta la reparación, se pasará la factura a los padres, porque no es justo que ese dinero lo tengan que pagar todos los ilicitanos”. El diario Información, de Alicante, explica ahora que el PSOE ha protestado por la falta de delicadeza del equipo de gobierno municipal: “La edil socialista, Blanca González, criticó ayer las declaraciones de Manuel Rodríguez. (...) Según González, ‘estas declaraciones responden a una falta absoluta de sensibilidad, a la que ya nos tiene acostumbrados tanto Manuel Rodríguez como la alcaldesa’, ya que ‘se preocupan más por cobrar la factura que de dar parte del estado de salud del joven’. La edil añade que‘no vamos a disculpar la travesura del joven, ya que el acto estuvo mal’, pero ‘lo más importante ahora no es preocuparse por los daños, sino que su salud mejore’”.

¿Qué tiene que ver que mejore con dejar las cosas claras desde el primer momento? ¿Acaso la edil socialista no concibe que se puedan hacer dos cosas de forma simultánea? Que mejore el chico, evidentemente, pero que sepan –tanto él como sus familiares, como todos los practicantes de ese deporte que a veces comporta pasar por sitios privados– que todo implica una responsabilidad. Los políticos sí saben hacer parkour: se saltan los muros y las vallas de la lógica con el fin de llegar a su punto B, que siempre es el mismo: denigrar lo que dice el rival, diga lo que diga, aunque sea completamente sensato.

27-VII-13, Quim Monzó, lavanguardia