España cañí -123: la imbecilidad burocrática extermina las (pocas) posibilidades de prosperidad

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Sin haber recibido aún los recursos procedentes del Plan Nacional de Investigación de 2012 y ojipláticos ante la posibilidad de que el Plan Nacional de Investigación del 2013 no se llegue a convocar o, en su caso, se recorte, los ministerios de Hacienda y de Economía han dado con una nueva forma de estrangulamiento de la universidad pública: el ahogo por burocracia. Más allá de la crisis, en los últimos meses las universidades españolas estamos sufriendo lo indecible sumergidas en un mar de auditorías a los proyectos de investigación que asfixian nuestros servicios de gestión. Si bien somos totalmente partidarios de una radical y continuada rendición de cuentas sobre los proyectos financiados con fondos públicos, también creemos que las cosas no se hacen así. En todo caso, parece evidente que los ministerios están ahora más interesados en una escrupulosa justificación de los movimientos económicos vinculados al Plan Nacional de Investigación, que del impulso real a la producción científica o a la transferencia tecnológica.

En la UPC tenemos algunos ejemplos de ello, como es el caso de una investigación sobre seguridad y funcionalidad de puentes de ferrocarril. Ahora la universidad debe retornar a la Administración dos séptimas partes de los recursos obtenidos porque, según el evaluador, los resultados no han sido exitosos en dos actividades de las siete que se programaron. Y no es que las actividades no se hayan realizado, sino que los resultados no han sido los esperados. Debemos, pues, devolver los recursos a pesar de que los investigadores han publicado sus avances en revistas internacionales indexadas, haciendo difusión de esos resultados “negativos” para encontrar nuevas estrategias de diseño y construcción. Es decir que, a partir de ahora, en el momento de realizar un proyecto, desde las universidades deberemos garantizar también que todo saldrá bien. En caso contrario, la universidad deberá devolver los recursos.

La sorpresa es mayor, si cabe, cuando alguien nos explica que los recursos restituidos a raíz de esas auditorías podrían acabar nutriendo, en realidad, la convocatoria de proyectos del Plan Nacional de Investigación del 2013. Fenomenal, en breve este país acabará con la investigación y la innovación. De verdad que no podemos continuar así. Auxilio.

2-VIII-13, Xavier Gil, vicerrector de Política Científica de la Universitat Politècnica de Catalunya BarcelonaTech, lavanguardia