la calidad de la enseñanza no depende de nuevas leyes sino de la calidad del profesorado

Andreas Schleicher (Hamburgo, 1964) coordina el informe PISA, la macroevaluación de la OCDE que mide los conocimientos de los alumnos de 15 años de los países desarrollados. Los resultados de España, incluida Catalunya, en este examen siempre son mediocres. En diciembre se publicará una nueva edición y, aunque no habrá grandes sorpresas en el ranking de países, sí quedará claro qué gobiernos han sabido mejorar su sistema educativo, avanza Schleicher en entrevista telefónica desde la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. La mayoría, dice, lo ha conseguido sin necesidad de leyes nuevas.

La posición de España en el ranking PISA no es de las mejores. ¿Debemos preocuparnos tanto por el resultado en esta evaluación? Todos los sistemas educativos tienen puntos fuertes y débiles, y España tiene margen para mejorar su posición en PISA. El futuro de un país depende de la calidad de su educación y creo que España dispone de la capacidad para avanzar.

¿Qué debería hacer España para tener una escuela mejor? Para empezar, no puedes mejorar lo que no ves, así que la evaluación es muy importante para detectar los puntos fuertes y débiles del sistema. No se trata de crear rankings, sino de utilizar esta información para desarrollar herramientas que te permitan ir hacia delante.

¿Y cómo se mejora? España ha hecho cosas muy bien. Por ejemplo, el éxito educativo aquí depende menos del origen social que en otros países. Hay más equidad que en la mayoría de Europa, pero por otro lado existen diferencias de nivel muy grandes entre escuelas de un mismo entorno. Tampoco se observa una proporción muy alta de alumnos excelentes. El gran reto para España es saber combinar la equidad con la excelencia.

¿Qué características comparten los países con muy buenos resultados en PISA? Primero, no se puede copiar el sistema educativo de un país, porque cada gobierno debe diseñar el suyo propio, pero sí hay aspectos de las que España puede aprender. Por ejemplo, Corea del Sur [el número uno en el último informe PISA] destaca por las altas expectativas que tiene en sus estudiantes, algo que no ocurre en España. Corea también atrae a los mejores profesores para que trabajen en las escuelas de contextos más difíciles. Y en Europa, los países con buenos resultados también ofrecen una carrera docente atractiva, que estimula el talento del profesor y lo premia. Estas son cuestiones en las que España podría fijarse.

El Gobierno español prepara otra ley educativa, la Lomce. Cada vez que un partido sube al poder, cambia la legislación. Esto supone un gran desafío para España. El problema no es tanto hacer leyes nuevas com el esfuerzo que supone aplicarlas. No es necesario modificar la ley constantemente para mejorar el sistema educativo. Se puede avanzar sin necesidad de cambiarlo todo.

España ha recortado su presupuesto en educación y hay más alumnos por clase. ¿Así se puede mejorar? Estos aspectos son relevantes, pero la calidad del profesor es más importante que el número de alumnos por clase. España tiene una ratio profesor/alumno buena. Y el nivel del maestro influye más en el rendimiento del alumno que la ratio. Los países con sistemas educativos excelentes son los que han apostado por un cuerpo docente de mucha calidad. Y en cuanto al dinero, dentro de unos límites, es más importante cómo se invierte que la cantidad. Hay que saber dónde es necesario gastar.

¿España no tiene buenos profesores? Sí, pero puede mejorar su formación. Es necesario atraer a los mejores a las aulas y premiar a los docentes de más calidad.

10-X-13, M. Gutiérrez, lavanguardia