una política fiscal que abofetea a los contribuyentes, a la ciudadanía

El pleno del Parlament permitió ayer la tramitación de la rebaja de impuestos para el macrocomplejo de ocio de BCN World de Vila-seca y Salou, al rechazar con los votos de CiU y las abstenciones de ERC, PSC y PP las enmiendas a la totalidad contra la reforma de la ley sobre centros recreativos turísticos y de establecimiento de normas en materia de tributación, comercio y juego presentadas por ICVEUiA, C’s y la CUP. Una reforma que representará que los impuestos que pagan los casinos se situarán en un tipo máximo de un 10%, frente a los tramos del 20%, 35%, 45% y 55% actuales.

Esta modificación era una de las condiciones para la concreción de la inversión que impulsa el empresario valenciano Enrique Bañuelos en el Camp de Tarragona, y ahora, una vez superado el trámite de la totalidad, la previsión es que la nueva ley pueda aprobarse antes de fin de año. La rebaja fiscal a los casinos es, como argumentan los opositores a la iniciativa, un “traje a medida” para BCN World, que, no obstante, acabará beneficiando a todos los casinos existentes en Catalunya y no sólo a los que se construyan en el nuevo macrocomplejo de ocio, aunque no entrará en vigor hasta que el centro recreativo de Vila-seca y Salou empiece a funcionar.

La reforma cambiará una ley que lleva veinte años de vigencia con el objetivo de “modificarla y adaptarla a las necesidades actuales”, según fuentes del Govern. “Es una oportunidad de combinar el turismo que ya tenemos, el familiar y estacional, con el turismo de negocio, que es una actividad creciente con valor añadido, y poder competir así con destinos mundiales consolidados”, defendió el conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, en la presentación de la nueva ley. El representante del Govern comparó las críticas que recibe el actual proyecto con las que en su día tuvo Port Aventura y recordó que entonces “había muchas dudas sobre los inversores y se decía que cambiaría el modelo de turismo, pero al final se ha convertido en un referente internacional de turismo familiar”, precisó.

CiU, sin embargo, se quedó sola en este planteamiento, aunque ERC, PSC y PP facilitaron con su abstención el rechazo de las enmiendas a totalidad. ERC, de todos modos, quiere que se evalúen bien los costes y los beneficios antes de decidir si apoya o no la ley, el PSC reprocha al Govern que “no se haya pronunciado en contra de las ludopatías”, y el PP –que promueve similares o incluso más favorables medidas en Madrid respecto a Eurovegas– arguye que lo que le duele a la Generalitat es que precisamente este proyecto no se haya quedado en Catalunya. ICV-EUiA y la CUP cuestionaron, por su parte, el modelo de inversión que busca el Govern y C’s lamentó que se haga un “traje a medida a inversores especulativos”.

La ley, por otro lado, fijará en materia urbanística que “la superficie para usos residenciales, hoteleros y de juegos y apuestas no podrá superar un 30% del total del centro recreativo”.

24-X-13, J. Gisbert, lavanguardia