¡ya es Navidad en Venezuela!

Este fin de semana, mientras aquí estábamos con los disfraces de Halloween y las visitas a los cementerios, en Venezuela empezó la Navidad. Espero que eso haga que se acaben para siempre los comentarios que oímos cada año cuando a finales de noviembre los ayuntamientos ponen en las calles la iluminación navideña y la gente se queja: “Falta un mes para Navidad y ya han colgado las bombillas. ¡Pronto las colgarán en agosto!”.

Pues en Venezuela ahora ya es Navidad. Desde hace tres días. No nos tendría que sorprender siendo como es un país que, para marcar paquete, decidió hace años modificar el horario de forma que descabalgase media hora de los horarios de los países que lo rodean. Según el huso, si aquí son las 2, en Gran Bretaña es la 1 y en Grecia, las 3. Todo va con horas exactas de diferencia. Pero en Venezuela no. Si en Colombia son las 8 y en Guyana las 9, en Venezuela son las 8.30, para demostrar que la fe bolivariana está por encima de los viles pactos internacionales. Pues bien, el viernes pasado, en medio de fuegos artificiales y villancicos, Maduro anunció que la Navidad ya había llegado a Venezuela, para dar al pueblo “la suprema felicidad social”. Dijo: “Feliz Navidad 2013, Navidad temprana, victoria temprana, felicidad temprana para toda la familia”. Últimamente, Maduro lleva eso de la felicidad tan entre ceja y ceja que parece imbuido de la filosofía final de las peluquerías chinas. (Ha creado también un “Viceministerio para la Suprema Felicidad del Pueblo”.)

Todo ese fervor suyo por avanzarse a la gran fiesta del invierno coincide con una aparición de Hugo Chávez en el metro de Caracas. Según informa Reuters, Maduro ha explicado que, hace unos días, los obreros que construyen una línea del metro de Caracas vieron que, de golpe, en uno de los muros se les aparecía la cara de Hugo Chávez. Bélmez puro. Los obreros se apresuraron a sacar sus móviles y fotografiarlo, e hicieron bien porque, tal como apareció, poco después desapareció. Dice Maduro que eso demuestra que “Chávez está en todas partes, nosotros somos Chávez, ustedes son Chávez”. Un poco aquello de “Dios está en todas partes” convenientemente refrito. Las apariciones de Chávez empiezan a menudear. En abril, al inicio de la campaña electoral, se apareció a Maduro en forma de “pajarito chiquitico” y le dio la bendición para que ganase. Si ese max mix criollo de marxismo y cristianismo sigue adelante, no tardaremos en ver a Maduro caminando sobre las aguas del Orinoco. Confiemos en que pronto aproveche en favor del pueblo sus habilidades en el sector del milagro. Vista la escasez de papel higiénico que hay en los supermercados del país desde hace un montón de meses, sería bueno que, además de eso típico de los panes y los peces, hiciese también una buena multiplicación de rollos de papel de culo para que los venezolanos puedan limpiárselo como Dios manda.

5-XI-13, Quim Monzó, lavanguardia