¿quién ha decidido que "la roja" colabore con la depredadora dictadura de los Obiang?

("la roja" juega) el próximo sábado día 16 contra Guinea Ecuatorial, la excolonia española conocida por los observadores internacionales por ser uno de los regímenes más corruptos del mundo, la dictadura de Teodoro Obiang...

Será la primera vez que España, y un campeón del mundo, visite dicho país, un partido, comentan en la federación, por el que España no cobrará un céntimo, una visita altruista con el único objetivo de apoyar a un fútbol modesto...

En la rueda de prensa del jueves donde Vicente del Bosque dio a conocer la convocatoria para la gira africana una de las preguntas fue si el cuerpo técnico tenía algo que decir ante la idea de tener que jugar en un país denunciado por su falta de respeto a los derechos humanos. La respuesta fue: “Esa es una pregunta para otra ventanilla. Lo nuestro es la parcela deportiva”...

El fútbol moviliza a millones de personas y en Guinea Ecuatorial paraliza, literalmente, el país. En cuanto a fútbol, los ecuatoguineanos lo tienen claro: Barça o Real Madrid. Menos cuando se trata de la Nzalang Nacional, donde todos tienen el corazón a una. Nzalang significa rayo en lengua fang, la propia de la etnia mayoritaria.

El deporte rey es una de las pocas actividades de las que puede disfrutar toda la sociedad guineana. Un 80% de su población, unos 800.000 habitantes aproximadamente, vive en estado de pobreza, según las Naciones Unidas, a pesar de ser uno de los cuatro países más ricos del mundo gracias a la exportación de petróleo que ha convertido a la excolonia española, con 28.000 kilómetros cuadrados de extensión, en el tercer productor de crudo de África.

Durante los últimos 15 años, el PIB del país ha crecido de manera exponencial, casi infinita, pero la riqueza del país está controlada desde hace 34 años por Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y su familia. Obiang es el líder africano con más años en el poder y se estima que amasa una fortuna de más de 450 millones de euros, según la revista Forbes.

Obiang tiene cinco esposas oficiales y más de 40 hijos legítimos. Todos ellos tienen su trocito de pastel, aunque la disputa del poder se centra en los primogénitos de las dos primeras damas. Ambos tienen cargos políticos importantes y controlan parte de la riqueza generada por los hidrocarburos.

Gabriel Obiang Mangue es el hijo de la segunda dama, ministro de Energía, Industria y Minas y el delfín más querido por el pueblo, conocido internacionalmente por su ostentoso ritmo de vida y perseguido por la justicia en Francia y Estados Unidos. Teodoro Nguema Obiang Mangue, Teo

dorín, ocupa el puesto de vicepresidente segundo de la república y es el responsable de la defensa y la seguridad del país. Es él quien ha anunciado, por vía de la Federación Ecuatoguineana de Fútbol (Feguifut), que el Gobierno ha ofrecido un incentivo de cinco millones de euros a la Nzalang si gana a España en el partido amistoso del próximo sábado y ha prometido a los jugadores 50.000 euros por gol anotado. No se ha especificado de dónde provendrá el dinero.

El Gobierno de Obiang financia eventos internacionales para mejorar la imagen del país en este terreno. Organizó la Copa de África el año pasado, cuando se levantó el nuevo estadio en Malabo, donde la roja jugará este fin de semana. Se construyó también una piscina, un par de pistas de tenis y un pequeño hotel donde las selecciones masculina y femenina se concentran antes de sus partidos.

Existe una ruta para las visitas internacionales diseñada por el Gobierno: llegada al aeropuerto de Malabo. Seguidamente, recorrido por la carretera que lleva al hotel en Sipopo. La carretera está asfaltada, bien iluminada, rodeada de edificios nuevos, la mayoría de ellos ministerios y sedes de empresas importantes como GEProyectos, que ofrece concesiones en el país, o GEPetrol, que gestiona la extracción del crudo. Durante el trayecto se aprecian algunos carteles enormes con la imagen de Obiang. A los cinco minutos, se puede ver el palacio de congresos, nuevo, impecable, diseñado por arquitectos alemanes. También se encuentran las 50 villas, de un millón de euros cada una, que se construyeron para cada uno de los líderes del continente durante la Unión Africana, actualmente vacías. Llegada al mejor hotel del país. Vistas al mar, playa artificial... Incluso se puede avistar el monte Camerún.

Poco que ver con el Malabo de verdad, el que no tiene ni agua, ni luz en muchas de sus barrios. El de la población que vive en chabolas metálicas, lava a sus bebés en cubos, cuyos taxis se caen a trozos y donde carreteras y calles están sin asfaltar.

13-XI-13, C. Novo/N. Pérez, lavanguardia