a maturidade democrática da Universidade Portuguesa e a questão catalã

Cada vez que un columnista dice que los gobiernos de Madrid y Barcelona tienen que hablar, y que deben moderarse, me descojono. ¿Cuántas veces más dirán esas frases? Las han repetido miles de veces en estos últimos años y, por lo visto, tienen la intención de seguir repitiéndolas ad infinítum, incapaces de ver que una de las dos partes no está dispuesta a dialogar y que su única propuesta es el monosílabo "no". Pedir diálogo es ya un tópico que ha perdido toda fuerza.

Mientras tanto los que supuestamente piden diálogo siguen con su batalla diplomática, como explicó el miércoles el profesor Eduardo Vera-Cruz Pinto en el diario portugués Público, en un artículo titulado A maturidade democrática da Universidade Portuguesa e a questão catalã. Pinto explica que, en febrero, en la facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa hablaron del proceso de Catalunya. Era una iniciativa académica y aún así los españoles intentaron impedirla. Dice Pinto: "Intentar silenciar un tema de esa importancia y dimensión sólo porque parece que al Gobierno de España le interesa; ceder a eventuales presiones de su diplomacia para que la universidad no hable; seguir la 'directiva' de la Comisión Europea sobre el tema como si fuera una 'restricción aceptable' en lo que se discute o no; entender como 'propaganda independentista' cualquier iniciativa que trate del asunto; confundir legítimos posicionamientos personales sobre las reivindicaciones políticas de los catalanes como análisis preconcebidos, con prejuicios y parciales sobre lo que pasa en actos académicos sobre el tema; aceptar que la manipulación de la historia por los partidarios de causas políticas estatalistas o nacionalistas sólo tiene que hacerla una de las partes, todo eso son actitudes propias de una historia superada y de un pasado que no queremos repetir. En la universidad las reglas legales, incluso las fundamentales, se cuestionan y se debaten en una contraposición que es la ética de la política y la forma de ser del derecho. Para la facultad de Derecho de Lisboa eso es el futuro".

21-III-14, Quim Monzó, lavanguardia