Ban Ki-moon muestra un poco de dignidad con el Sahara occidental

Resultat d'imatges de free saharaLa indignación marroquí con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Mun, se desbordó el pasado fin de semana en las calles de Rabat, donde unos tres millones de marroquíes, según fuentes oficiales que los observadores rebajaban a algunos cientos de miles, manifestaron su repulsa a la reciente visita de Ban Ki Mun a los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia), donde habló de “ocupación del Sáhara”. Durante la manifestación se profirieron insultos contra el secretario general de la ONU, lo que le llevó a anular la visita prevista a Rabat.

La manifestación marcó el punto de inflexión de unos días en los que se sucedieron las declaraciones y el rechazo unánime de los partidos marroquíes a los “gestos de complacencia injustificados” del máximo mandatario de la ONU. Por su lado, el portavoz de la ONU en Marruecos, Farhan Haq, insistió el miércoles pasado en que “el propio secretario general y la institución a la que representa mantienen su escrupulosa neutralidad” en el problema del Sáhara.

Después de haber exigido el jueves la retirada en un plazo de tres días de 84 funcionarios de la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) y de la Unión Africana, el ministro delegado de Asuntos Exteriores marroquí, Naser Burita, declaró ayer que Marruecos aún no había decidido si retiraba a sus cascos azules desplegados en misiones de paz por el mundo.

El ministro de Exteriores, Salahedin Mezuar, se sumó a la indignación general porque el secretario general de la ONU utilizara expresiones que consideró muy graves y sin base jurídica o política. “Lo sucedido tendrá repercusiones sobre la postura de Marruecos”, dijo.

Las conversaciones sobre el Sáhara están paralizadas ya que Rabat se niega a volver a la mesa de negociaciones con el Frente Polisario. Mezuar señala que los encuentros entre ambas partes no tienen ya razón de ser porque, después de nueve rondas mantenidas en los alrededores de Washington, “no se ha avanzado en nada”.

Los encontronazos entre Ban y las autoridades han sido frecuentes. El Gobierno marroquí retiró en el 2012 su confianza al diplomático estadounidense Christopher Ross, pese a lo cual Ban Ki Mun le mantuvo en su puesto como enviado especial de la ONU. Rabat ha prohibido que Ross viaje a El Aaiún o a cualquier otra ciudad saharaui bajo su control.

La insistencia del secretario general de la ONU en que ambas partes vuelvan a la mesa de negociación irrita a las autoridades marroquíes, que desprecian el papel del Frente Polisario y sólo aceptan sentarse a discutir con Argelia. En este tira y afloja, Rabat piensa que lleva las de ganar debido al poco tiempo de mandato que tiene por delante Ban. Espera a su sucesor.

19-III-16, A.S. Ruiz, lavanguardia