tirar enormes cantidades de comida y comer con la vista, síntomas de una sociedad grotesca

Los ciudadanos europeos tiran a la basura 89 millones de toneladas de comida al año, unos 179 kilos por persona.
España es el sexto país de Europa en desperdiciar comida. Tira 7,7 millones de toneladas al año. El campeón del despilfarro es Alemania.
El 42% de la comida desperdiciada viene de los hogares, el 39% de la fabricación, el 5% de la distribución y el 14% de la restauración La FAO estima que en el mundo se desperdicia un tercio de la producción de alimentos, 1.300 millones de toneladas.
El Parlamento Europeo quiere reducir a la mitad el despilfarro de comida para ese año. Y, a más largo plazo, eliminarlo.

> contra desperdicio masivo de comida <

Esta iniciativa revisará normas y tratará de influir en los hábitos de los consumidores para reducir el “despilfarro de comida”, según el ministerio. España es el sexto país europeo que más comida en buen estado desperdicia (7,7 millones de toneladas al año), tras Alemania (10,3), Holanda (9,4), Francia (9), Polonia (8,9) e Italia (8,8). En toda Europa se tiran 89 millones de toneladas de comida al año, mientras que en el mundo se pierde o desperdicia un tercio de los alimentos.

Por un lado, se tira comida en buen estado y, por otro, la producción mundial de alimentos deberá incrementarse un 70% en los próximos 40 años para hacer frente al aumento previsto de la población, que pasará de los 7.000 millones de habitantes actuales a los 9.000 millones, según la Organización de las Naciones Unidas. Si se aprovechara mejor la comida, no sería necesario aumentar tanto la producción y se gastarían menos recursos para alimentar a más personas.

Así, el Gobierno revisará la normativa que regula la comercialización de algunos alimentos. Entre otras cuestiones, propone que se puedan vender alimentos que ahora se descartan por no cumplir determinadas normas “estéticas”. Algunas frutas y hortalizas se tiran sólo porque no tienen una forma o color “bonito”, se descartan por su aspecto cuando son aptas para el consumo. También se tiran alimentos cuando presentan algún pequeño defecto de envasado que no compromete su estado.

3-IV-13, M. Gutiérrez, lavanguardia