¿porqué no pincha la burbuja, de 5.000 millones, del fútbol profesional?

Una crisis económica, financiera y patrimonial lastra los resultados de los clubs y hace del todo inviable el modelo actual de la Liga de Fútbol Profesional. Un total de 29 clubs de fútbol han presentado concurso de acreedores en Europa, de los cuales 28 son españoles. El otro es el Portsmouth inglés.

Y es que el fútbol español no deja de ser el reflejo de lo que le pasa al país. Así, la Liga BBVA es la que se lleva la peor parte, con 11 clubs en concurso de acreedores (más de la mitad), seguida por ocho clubs de la Liga Adelante. Los otros nueve clubs, hasta totalizar los 28, son de ligas no profesionales.

Al menos cuatro clubs de Primera bordean la liquidación, mientras el resto sobrevive gracias al paraguas de la ley Concursal. Un panorama poco halagüeño que obliga al fútbol a reinventarse para sobrevivir. De cara al futuro se perfila una liga de las estrellas con 16 equipos. El Barça, el Espanyol, el Girona y el Sabadell, se salvan. Así se desprende del informe del profesor José María Gay de Liébana presentado en la facultad de Derecho de Esade.

El conjunto de los 42 clubs que forman la Liga BBVA y la Liga Adelante acumula una deuda de casi 3.600 millones de euros, de los cuales 700 corresponden a impagos con Hacienda. El volumen de negocio del fútbol profesional alcanzó en la temporada 2010-2011 los 1.716 millones de euros y en 2011-2012, los 1.718 millones.

Las cuentas de explotación de los 20 clubs que integran la Liga BBVA contaban en la temporada 2010-2011 con un patrimonio neto de 227 millones, 120 millones menos que hace tres temporadas, con un déficit de explotación de 161 millones y pérdidas ordinarias de unos 250 millones de euros.

Hacienda, la Seguridad Social, proveedores, constructoras, personal y, por supuesto, bancos, son los principales acreedores de los clubs morosos, entre los que destacan principalmente el Xerez, el Deportivo, el Racing, el Mallorca, el Málaga y el Zaragoza. La situación del Xerez es agónica y puede entrar en fase de liquidación en cualquier momento. Las expectativas del Racing tampoco invitan al optimismo. Sus ingresos están lejos de compensar los gastos. Los cántabros, además, están inmersos en un litigio patrimonial considerable.

En la Liga BBVA los problemas se centran en el Deportivo, el Zaragoza y el Mallorca, entre otros. La deuda del club gallego es muy compleja y la ley Concursal está intentando poner orden a una estructura contable enrevesada desde hace años. El Zaragoza y el Mallorca, además del peso de la deuda, lidian con unos resultados deportivos desde zona de descenso que, de consumarse, podría suponer a medio plazo la estocada definitiva. Otros clubs han hallado el oxígeno en el aval público de la Administración. Es el caso del Levante, el Valencia, el Hércules y el Elche gracias a los buenos oficios de la Generalitat valenciana. “La propia Liga de las estrellas acabará reordenándose porque hay algunos clubs que son inviables. No tienen futuro”, explica Gay de Liébana, que apunta que algunos se van a refundar. Y es que reordenar la deuda del fútbol español va para largo. Hacienda ha cerrado el grifo de la financiación paralela, las televisiones, principal fuente de financiación del fútbol, no dan más de sí y las operaciones urbanísticas sobre activos de los clubs están de capa caída. A ello hay que añadir la falta de crédito bancario y un mercado de fichajes en crisis que, además, se verá limitado por las nuevas normas de la LFP.

De hecho los 42 clubs de Primera y Segunda presentaron el pasado 30 de abril a la LFP sus presupuestos para la próxima temporada, con previsión de ingresos, gastos, inversiones, ventas de activos y situación real de tesorería. Ahora la LFP, en función de esta información, impondrá a cada club un límite de coste de plantilla deportiva que evite que la entidad entre en pérdidas. ¿Cuántos clubs corren el riesgo de no poder fichar este verano? Reinventar el fútbol implicará dos objetivos. El primero, asegurar la sostenibilidad y equidad competitiva. Y luego, que no se agrande la brecha entre ricos y pobres.

14-V-13, R. Balmes, lavanguardia